Se sentó en una silla de
la que minutos antes se había caído un borracho que llevaba una semana bebiendo
sin parar. El mesonero, sin darse cuenta de ello, siguió sirviendo bebidas
todas las noches.
lunes, 26 de octubre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario